Termita, hormiga blanca, termes y turiros, se puede llamar así, pero para nosotros son ¡comején! Vive en bosques, bellas casa, ricos muebles y variedad de sofás, aunque su preferido puede ser el Luis XV, en climas tropicales de América, África y Australia. Estos insectos viven en nidos, sobre los arboles, en la tierra o simplemente dentro de tu mueble Luis XV. Se encargan de comer la celulosa de la madera, lo cual degrada dicho material más rápido, dando más nutrientes al suelo.
Varios estudios realizados por El Inquietícimo Alejandro Betancur demuestran que estos insectos han tenido una crisis, en los últimos 4.594 millones de años, gracias a la cantidad de madera que dejan a su alcance, insensatos. Estos estudios han demostrado que uno de cada cien comejenes muere por llenura excesiva y clara, ya que no hemos tenido la delicadeza de controlar la madera.
No solo es triste que mueran millones, por el descuido de pocos, también es triste que por esto muera nuestra cultura, sentimiento patrio y carisma por lo más antiguo. Donde las abuelas peleaban con sus carpinteros, por no arreglar el mueble Luis XV lleno de comején, solo quedan pensamientos de mierdra. No se han vuelto a ver más crisis por muebles comido, gracias a estos insecticos, por el disminuyo de esta raza grande y fuerte, guerrera. La madera ha perdido su calidad, su resistencia, delicioso sabor y gran textura ya que por la muerte de tantos no se ha podido degradar la madera como debe ser, dando al suelo pocos nutrientes. Dando gracias a estos no se han podido elaborar muebles Luis XV, con la calidad de antes.
Se han obtenido varios testimonios de distintas clases de comejenes, los cuales afirman, dejaran el trabajo y placer de comer madera ,y se dedicaran a lo que más se ha producido en estos tiempos, el metal. Gracias a que se han oído rumores, de vecinos y familiares, de algunos comejenes los cuales afirman han probado el metal, obteniendo un sabor mucho más fuerte y consistente, “tiene mucho hierro” afirma uno del sindicato comején. Pero también se han escuchado rumores del sabor de la carne, de lo cual no quisieron dar testimonio.
Se pide calidad en la madera y resolver el problema de la llenura, haciendo escuelas para los comejenes, donde les enseñaran hasta dónde puede llegar su límite alimenticio.
Faustrollicamente
Daniel Marín
Varios estudios realizados por El Inquietícimo Alejandro Betancur demuestran que estos insectos han tenido una crisis, en los últimos 4.594 millones de años, gracias a la cantidad de madera que dejan a su alcance, insensatos. Estos estudios han demostrado que uno de cada cien comejenes muere por llenura excesiva y clara, ya que no hemos tenido la delicadeza de controlar la madera.
No solo es triste que mueran millones, por el descuido de pocos, también es triste que por esto muera nuestra cultura, sentimiento patrio y carisma por lo más antiguo. Donde las abuelas peleaban con sus carpinteros, por no arreglar el mueble Luis XV lleno de comején, solo quedan pensamientos de mierdra. No se han vuelto a ver más crisis por muebles comido, gracias a estos insecticos, por el disminuyo de esta raza grande y fuerte, guerrera. La madera ha perdido su calidad, su resistencia, delicioso sabor y gran textura ya que por la muerte de tantos no se ha podido degradar la madera como debe ser, dando al suelo pocos nutrientes. Dando gracias a estos no se han podido elaborar muebles Luis XV, con la calidad de antes.
Se han obtenido varios testimonios de distintas clases de comejenes, los cuales afirman, dejaran el trabajo y placer de comer madera ,y se dedicaran a lo que más se ha producido en estos tiempos, el metal. Gracias a que se han oído rumores, de vecinos y familiares, de algunos comejenes los cuales afirman han probado el metal, obteniendo un sabor mucho más fuerte y consistente, “tiene mucho hierro” afirma uno del sindicato comején. Pero también se han escuchado rumores del sabor de la carne, de lo cual no quisieron dar testimonio.
Se pide calidad en la madera y resolver el problema de la llenura, haciendo escuelas para los comejenes, donde les enseñaran hasta dónde puede llegar su límite alimenticio.
Faustrollicamente
Daniel Marín
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